miércoles, 24 de junio de 2009

EL POPULACHO ¡QUE!

Si un hombre en ropas rasgadas o, aún más, un niño nos pide una limosna, ¿qué hacemos? Le decimos: <>. Pero en verdad, aunque la situación de la Bolsa en el mundo está gravísima, consideremos a los que desafortunadamente no tienen ni para un arroz o ni siquiera una panela o inclusive una casa. Pero no sólo es por las personas de sociedad remilgadas (y si, me incluyo en ella) sino que también es por los gobiernos que no toman acciones.
No digo que caigamos en un gobierno demagogo ni de una aristocracia, sino de una democracia. Este gobierno proclama ser demócrata, pero ¿en verdad lo es?
Probemos un experimento: si se para debajo del puente del la Avenida Primera de Mayo con la Avenida 68, mire hacia un lado y para el otro y a ver que ve. Al norte vemos que empieza ya las haciendas y hogares de familias a quienes no les falta ningún capricho, sino que más bien les sobra, y hacia el sur, vemos que más allá del horizonte hay casas hechas de adobe, tan pequeñas que no son aptas ni para una persona y sin embargo viven más de quince, techos de material pobre o sin techo. Hay niños allá literalmente muriéndose de hambre en Ciudad Bolívar; niños que no tienen ese derecho que se merecen de la educación, que realizan trabajos laborales desde la madrugada hasta tarde en la noche, en las plazas, en las calles; niños que nacen pobre, y niños a quienes les faltan un padre o una madre o ambos.
Los dos problemas que no ayudan esta situación son la hipocresía y un gobierno negligente. Si la aristocracia o la oligarquía gobiernan este país, entonces verdaderamente nunca tendríamos convicciones aceptadas, y si los compartiéramos y si lo fueran, saldríamos gozando de Dios (al igual que el Gran Capitán).
Entonces la próxima vez que se le acerque alguien que pida una limosnita, dele, aunque sea, doscientos pesos. (Algunas de las mentes más grandes del mundo empezaron con eso o incluso menos.) Y exijámosle más al gobierno, porque lo único peor que la anarquía es un gobierno venial y tirano.

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